lunes, 29 de noviembre de 2010

Cuaderno de viaje: punto de partida

Viajar, es moverse de un lado a otro o también puede ser entendido como un cambio de estado, una evolución interna, un encaje o una vuelta más en la comprensión de quien somos. 

Éste es un viaje que pretende aunar las diferentes concepciones, un viaje físico y un viaje experiencial. Un viaje físico al corazón de Latinoamérica, como un espacio abierto al conocimiento de otras maneras de ser y estar en el mundo que me sirva para acallar mi etnocentrismo. Siempre recordaré aquella frase dicha por un amigo que me recordaba el provincianismo de los urbanitas, que se creen el centro del mundo, ajenos a lo que pasa más allá de sus fronteras hormigonadas, como cárceles sobreabastecidas y endogámicas. Y un viaje experiencial porque, aunque sepa que la experiencia está siempre delante de  nuestros ojos y que solo hace falta educar la mirada, siento la necesidad de expandir la más allá de mi contexto immediato. 

Mi lugar escogido es Latinoamérica y el país que me acoge, Bolívia. Achocalla la comunidad rural que me servirá de punto de referencia, mi casa, mi hogar, mi anclaje durante este tiempo. Y el Kurmi Wasi, la escuela que me enseñará otra manera de hacer educación.

No espero nada en concreto, he aprendido a no esperar, a no proyectar mis sueños ni a buscar ninguna panacea que solucione mis dudas...el camino del día a día ya entraña una fuente suficiente de pequeños tesoros que tejeran y estimularan lo que allí acontezca. El secreto está en saber sacar las perlas escondidas despues de cada zambullida, para más tarde limarlas, tallarlas e incorporarlas, bien acomodadas a mi estructura vital.

Este cuaderno, por lo tanto, espera ser un registro de todas aquellas cosas que me acontecen, que observo, que me resuenan, y que más tarde aboco impregnadas de subjetivismo. Es por tanto, una visión particular e íntima de mi forma de ver y entender el mundo.





Escuela Kurmi Wasi
Escuela Kurmi Wasi