miércoles, 23 de febrero de 2011

Bolivia, el paraiso de la burocracia.

 Antes que nada quiero pedir perdon porque este post no va a tener acentos (este pc no los reconoce, asi que mil disculpas...).

Hace ya algunos dias, he iniciado mis tramites para solicitar la residencia temporal por un año en Bolivia. Ya sabia que era un proceso largo y tedioso, pero verdaderamente no era cosnciente de la magnitud de la tragedia. Asi que, si alguien decide pasarse una temporada por aqui y quiere estar como minimo 6 meses, le diria que no pida una visa de objeto determinado como he hecho yo, si no que venga con visado de turista por 3 meses y que empiece pronto a realizar los tramites de su redidencia temporal. De otro modo tendra que hacerse como minimos dos visas de objeto determinado, dado que los tramites son bien dificultosos.

Para mi, esta siendo una verdadera pesadilla, no solo por la cantidad de informacion que te piden si no tambien porque hay tramites que te piden informacion por duplicado. Todo ello hace que tambien el desembolso sea considerable.

Entre fotocopias de la visa, el pasaporte, el sello de entrada... que si memoriales (3 en total) que si cartas notariales (2 en total), que si revision medica, certificado de antecedentes expedido por la FELCC y la INTERPOL (con su documentacion pertinente claro), que si el registro domiciliario (este tiene tela, te piden hasta un croquis a mano del lugar donde vives, facturas de agua y luz, dos testigos/vecinos de la zona, fotocopias de la compra del immuble...) vamos, un proceso que desespera a cualquiera. Claro que alguien, por un modico precio te lo puede hacer todo, si pagas unos 1700 bolivianos, 170 euros al cambio, casi nada. Lo curioso es que dicen que te lo tienen todo en tres dias, cuando haciendolo tu, el proceso se alarga mas de un mes...¡alguien me lo explica? pues yo no entiendo nada..."pagant San pere canta" ¿no?. As{i que me estoy armando de paciencia en mi palegrinaje por el paraiso de la burocracia y el negocio padre, de donde beben abogados, notarios, medicos y demas honorificos....

Si algun dia me animo pondre la relacion de precios y documentacion necesaria, con informacvion que he ido recabando y que en immigracion nadie te da, por si una alma en penitencia como yo, decide aventurarse, padezca lo menos posible, que no es poco el padecimiento...Ahora lo que si recomiendo, es que si alguien viene a hacer un voluntariado como es mi caso, que venga o tres meses o mas de un año, para no tenerse que comer el pato, o que si se lo come, que almenos lo disfrute a gusto....¡buen provecho! y que no se le atragante....

viernes, 18 de febrero de 2011

Mujer de largas trenzas.

Una de las cosas que me maravillan, es ver las trenzas de las mujeres bolivianas: gruesas, negras como el azabache...reflejo creo de su fortaleza. A menudo las juntan en sus extremos con unas cuerdas de colores a modo de complemento. Me resultan realmente hermosas.

A parte de esa imagen que me parece verdaderamente poética, realicé un dibujo donde aparecían, en el que además, habia una parte ajena a esta iconografía, pero que ambas se fusionaron formando unas lineas donde se entremezclan imágenes y sentimientos:

Mujer de largas trenzas que lloras de espaldas a la balconada de tus ojos.
Tu cabellera se aboca dividida al precipio de su pecho.

Pero su mano tampoco consigue llegar a tu seno desnudo,
y pasó de largo....
Éste llora amargas gotas blancas en cuchara.

Ambos estirando hacia polos opuestos,
irrenconciliables,
mientras de nuevo, la fisura por donde se adentra
otro yo, otro él/ella
se convierte en un monstruo de mil brazos
que lucha por separar ese cuerpo desdoblado.

El mundo como viejo conocido.

Entre ríos de normalidad, la extrañeza de que para mi todo es una novedad, aunque mi mirada, con el tiempo, se torna cómoda. Camino con menos extrañeza frente a los paisajes diarios, a los caminos recorridos, las caras ya familiares...que rápido se acostumbra nuestro "yo" a la nuevas realidades. Así, sin darnos cuenta, de una manera casi automática. Soy consciente de ello, pero quiero revelarme, no podemos ver el mundo siempre como a un viejo conocido, que ya no nos sorprende, que se torna previsible.

Niños...

Los niños juegan en la calle con sus zapatos rotos, su cara sucia, sus pantalones grandes y una sonrisa de ojos brillantes.

Luna llena sobre los cerros.

Muela del Diablo

Uno de los momentos más espectaculares que he presenciado en Bolívia es ver la lluna llena descansando sobre los cerros del Valle de la Luna, con la Muela del Diablo como espectadora. Ayer estaba imponente: blanca, brillante, perfectamente redonda...un placer dejarse arrastrar por su magnetismo que atrapa sin poder dejar de mirarla....

Una sensación de nostalgia me invade, nostalgia no concretada que a la vez me hace sentir insignificante. La piel de gallina. Sensaciones contradictorias que pugnan por salir....Un gran momento de soledad que me hizo sentir terriblemente llena de vida. 

Humintas

Hoy doña Herminda, me ha enseñado a hacer Humintas, un plato realmente delicioso hecho básicamente de choclo (maíz en mazorca) y queso fresco.


Ingredientes (receta para hacer unos 13 humintas):

Choclo fresco (en mazorca)
1 queso fresco de vaca (típico boliviano)
margarina de maíz (50gr)
sal y azúcar (una cucharada de café con leche)

Se corta el choclo por arriba, dejando la parte verde (hojas) en vainas, ya que más tarde nos servirán para hacer los paquetitos. Con algunos, se cortan a tiras para poder atar los saquitos que haremos con la mezcla. Cortamos con un cuchillo afilado el choclo para sacarle todos los granos. Una vez desgranado, lo metemos en el turmix (la idea es relizarlo con el batang (piedra que sirve para moler el grano) pero como seguro que bien pocos disponemos de uno, una trituradora bastará). La idea es que quede una pasta fina, con cuidado de no quemar el grano con el calor de la máquina.

Una vez realizado, rallamos el queso y lo mezclamos muy bien con el grano ya molido, le añadimos la margarina deshecha, la sal y el azúcar. Volvemos a remover.

Después cogemos ua olla y ponemos en su base el esqueleto del choclo desgranado y encima algunas hojas cortadas por la mitad.

Es el momento de realizar los paquetes que es lo más delicado ya que hay qe realizarlos bien para que no se desmonten. Cogemos de vainas con puntas largas y las superponemos por la parte ancha. Cogemos dos o tres cucharadas soperas de pasta y lo vertemos encima. Cerramos la parte que toca la masas uniendo los laterales y cerrandolo con la punta que está libres. Realizamos el mismo proceso con la baina que está debajo. Cogemos un trozo largo de vaina qe habíamos cortado y atamos el paquete. Vamos hacendo paquetes hasta que nos quedamos sin masa.

Colocamos los paquetes en la olla que hemos preparado anteriormente de manera que la parte cerrada es la que se apoya sobre la base, ya que corre el riesgo de que se derrame la pasta. Lo dejamos cocer durante una hora aproximada.

Existe otra versión, que es igualmente rica, que es al horno. Para prepararla utilizaremos sólo una vaina. Colocamos la pasta, cerramos uno de los laterales (parte ancha) luego llevaremos la punta opuesta hacia el centro de la base para cerrar el paquete, y al final, cogeremos el otro lateral ancho para acabr de cerrar. Una vez hechos los paquetes, los colocamos en una bamdeja para el horno. Calentamos el horno previamente y metemos las humintas a una temperatura de 200 grados hasta que esten doradas.

Para acompañar las humintas se hace una yajua (picante), la mezcla es realmente deliciosa!!!!

La verdad es que de las dos maneras han quedado deliciosas!!!


martes, 15 de febrero de 2011

El trato vejatorio que reciben las "cholitas"

Ayer hablaba con H., una mujer "cholita" (se les llama cholas de manera despectiva a aquellas mujeres que provienen del campo y viven en ciudades grandes. Son fruto de la migración interna, ya que tuvieron que venir a la ciudad en busca de una vida mejor. Se les llama "cholita" de manera cariñosa.). Se les reconoce por su atuendo tradicional, su falda de pliegues (pollera) sus largas trenzas negras y su bombín (que pueden o no llevarlo). Me explicaba, aunque ya lo había oído en alguna ocasión, el trato desagradable y vejatorio que reciben muchas personas que provienen del campo cuando van por ejemplo al médico, al dentista o cuando cogen por ejemplo un taxi.  No salia de mi asombro al escuchar sus palabras.

Comentaba que existe una gran diferencia en el trato si lo comparamos con el que podría recibir alguna persona de la zona sur por ejemplo (Un dato curioso en la Paz, es que la zona "alta" que conocemos aqui se invierte, la gente humilde, vive en la zona "alta" de la ciudad, como es el caso del Alto y la gente pudiente, se localiza al sur de la ciudad). Me decía que después del accidente que sufrió, del que tenía que ser operada con urgencia, el médico le dijo que hasta cuatro días más tarde no podían operarla. Tuvo que intervenir una persona, no boliviana, si no europea de origen, para que H. pudiera ser operada con urgencia. Me explicó varias anécdotas donde se repetían estas situaciones.

Lo más curioso de todo, es que los comentarios y los actos racistas y clasistas que se producen, quedan totalmente impunes y son dichos y redichos con total normalidad, como si alguien tuviera derecho a tratar diferente a una persona por su origen social, cultural o económico.

Y esta visión de las personas originarias del campo, no cambia, se encuentra enquilosada des de hace muchos años atrás. Es una pena que su cultura y su forma de vestir, acabe siendo una lacra para ellas, un símbolo de inferioridad respecto a aquellas personas que optan por rechazar su cultura ancestral y sumarse al carro de las modas, los hábitos y la mentalidad occidental.

La cultura andina, a menudo es una vergüenza para algunas personas que crecen en los entornos urbanos. Mucha gente renuncia a su cultura Aimara, por ejemplo, dejan de hablar la lengua y hasta se avergüenzan de que su madre vista de "pollera"....por suerte, existe un movimiento renovado de gente joven y comprometida con su cultura, que lucha cada día por recuperar la lengua, recordar las tradiciones, cantar sus canciones y enseñar sus danzas, y así devolver la dignidad a todas esas personas que un día perdieron. Espero que llegue el día en que la gente pueda hablar de ello con orgullo y que desista el trato injusto que recibe aquella gente, que renuncia a perder su identidad.